domingo, 15 de noviembre de 2009

Fideicomisos productivos: a la caza del pequeño inversor

Con un aporte que va de US$ 3.000 a 21.000 se podría obtener, a mediano plazo, una renta del 16 al 25% anual en dólares.

Cuando las ganancias financieras se volatilizan, hay inversores que prefieren poner los pies —y el capital— sobre la tierra. Así, este año comenzaron a florecer fideicomisos productivos. Olivos, nueces, vinos y propiedades son los proyectos que buscan captar fondos.

Camino a la precordillera sanjuanina nació Cuna de Olivares. El empresario Luis Feld armó un fideicomiso y arrancó con el proyecto desde cero. Compraron la tierra allí donde no había nada y plantaron hace tres años los olivos. El mes pasado concretaron la primera exportación de aceite extra virgen a China. “Con la crisis financiera, se empezó a percibir que no es tan atractivo tener la plata afuera. El inversor ahora dice “prefiero el riesgo de mi país; poner plata en algo que pueda tocar””, explica Feld.
Tras la experiencia sanjuanina, vinieron dos proyectos más en Mendoza. Son 750 hectáreas en total, con un capital de US$ 14 millones. “Esta es una inversión a mediano y largo plazo, con una rentabilidad estimada en un 3% en dólares en el tercer año, 7% en el cuarto y a partir del quinto —cuando en este esquema intensivo el olivar se estabiliza en la producción—, de entre 18 y 20%. Nosotros tenemos un proyecto integrado. Ahora vamos a empezar la construcción de nuestra propia planta de fabricación de aceite, porque la rentabilidad está en exportar aceite en botella y no a granel”, asegura Feld. Ahora están vendiendo el tercer fideicomiso. Ya se anotaron 125 inversores, con una cuota parte de US$ 21.000 cada uno.
También la firma ADBlick Agro desarrolla fideicomisos para aceite de oliva. Además, trabajan con miel orgánica y pools de siembra. Y están desarrollando un proyecto para producir nuez pecán en Entre Ríos y exportarla a Estados Unidos. “Tenemos más de 230 inversores, que, en algunos casos, invierten en más de un fideicomiso a la vez. Estamos llegando a US$ 210 millones administrados”, dice José Demicheli, director de la firma. En 2010 largarán el segundo proyecto de producción de olivos, que tendrá 440 hectáreas productivas en Mendoza, con una cuota inicial de US$ 15.000 y una inversión total de US$ 7,5 millones.
Demicheli sostiene que “a partir de US$ 10.000 se pueden suscribir los fideicomisos. Se obtiene desde un 16 a un 25% de rentabilidad, depende del rubro en el que se invierte. En granos, llega al 16% y en olivos, al 19%, cuando se llega a la máxima producción, que es al séptimo año. En granos se trata de un típico pool de siembra y se obtiene un rendimiento del 16% en promedio. En miel fraccionada, el rendimiento puede llegar a 25%”.
Miguel Fucks armó en 1999 un fideicomiso de 15 años de duración para producir uvas que le venden a la bodega Los Angeles. “Los certificados de participación se venden en US$ 3.000 y, desde 2005, los inversores vienen cobrando una renta del 18% anual promedio. Se trata de una inversión total de US$ 300.000, con 24 hectáreas de viñedos”, relata Fucks.
“Lo que nosotros armamos son microinversiones inmobiliarias para que un inversor a pequeña escala pueda jugar en el real estate. Se puede participar en este fideicomiso a partir de una inversión de US$ 10.000”, explica Néstor Kreimer, de Kuántica. “Se arma una inversión con 50 fiduciantes, que son dueños en partes iguales de 8 departamentos. El objetivo es lucrar con la reventa de esas unidades una vez que el avance de las obras permita un precio mayor”.
Kreimer detalla que “se establece por contrato que las unidades no pueden venderse a menos que la operación represente una ganancia del 10% anual en dólares para los inversores”. A lo largo del emprendimiento se obtiene una renta del 20 al 22% anual.
Otra opción es invertir en un complejo de chacras boutique en Brandsen, llamado Finca María Cristina. Ahí se requiere de 60 participantes que aporten US$ 60.000 cada uno. “Se van a desarrollar 15 chacras boutique con servicios de hotel para explotar de forma turística. Los inversores tendrán asegurado por contrato un beneficio mínimo del 6% anual en dólares. Estimamos que va a dar entre 14 y 18% al año. A los tres años, las chacras van salir a la venta y se apuesta a que, en ese momento, haya como mínimo un 30% de ganancia adicional en dólares”, resume Kreimer.
Aníbal Stella, de Garantizar SGR, cuenta que esta sociedad de garantías recíprocas armó fideicomisos agropecuarios. “Ya sacamos uno y pensamos sacar tres antes de fin de año. El primero fue de US$ 2 millones y conseguimos financiamiento a una tasa de corte del 4% anual en dólares”.

Por Annabella Quiroga
Ieco

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